Nunca he sido conformista.
Ni cuando gano.
Nada te digo si me obligan a perder.
Llevo mucho tiempo pensando qué hacer si todo el tinglado se me desmorona... Y la decisión está tomada, en realidad siempre ha estado ahí -de por sí-: no pienso hacer NADA. Resistencia pasiva. Que los bancos se queden con mi nada. Yo me tiro al monte.
Alea jacta est.
No estoy dispuesto a trabajar para usureros. Sudar vuestros millones y no poder tomar ni una caña. Lo que yo he decidido hoy es que no me obliguen a vivir como ellos quieren. Malvivir.
Ahí os quedáis con mis deudas. La capacidad de decisión será siempre mía, lo siento.
No es decisión fácil. Me obligará a estar a salto de mata durante 15 años, que es lo que dura un embargo... pero así he vivido durante toda mi infancia, puedo vivir así toda mi madurez. Tendré que trabajar en negro, trapichear, vivir en okupas, en el pueblo o en casa de mis padres... me la suda. Nada mío.
Está meditado: lo que voy a ganar en un cálculo optimista me da lo justo para pagar casa, alquiler, comida y poco más. Valgo más que eso y no voy a seguir el juego: no pienso trabajar en un curro de mierda para llegar descojonado a casa y tener que comer macarrones con aceite. Y no poder salir ni hacer nada interesante. Y así durante 27 años.
Qué va.
Prefiero romper la baraja.
¿Y la oposición? Bien, gracias: nos han traicionado. Y no pienso enfrentarme a mi compañero por su capricho. Tal vez no en dinero, pero soy multimillonario en dignidad. Aún queda un rayo de sol, pero yo desconfío de los traidores.
Ni cuando gano.
Nada te digo si me obligan a perder.
Llevo mucho tiempo pensando qué hacer si todo el tinglado se me desmorona... Y la decisión está tomada, en realidad siempre ha estado ahí -de por sí-: no pienso hacer NADA. Resistencia pasiva. Que los bancos se queden con mi nada. Yo me tiro al monte.
Alea jacta est.
No estoy dispuesto a trabajar para usureros. Sudar vuestros millones y no poder tomar ni una caña. Lo que yo he decidido hoy es que no me obliguen a vivir como ellos quieren. Malvivir.
Ahí os quedáis con mis deudas. La capacidad de decisión será siempre mía, lo siento.
No es decisión fácil. Me obligará a estar a salto de mata durante 15 años, que es lo que dura un embargo... pero así he vivido durante toda mi infancia, puedo vivir así toda mi madurez. Tendré que trabajar en negro, trapichear, vivir en okupas, en el pueblo o en casa de mis padres... me la suda. Nada mío.
Está meditado: lo que voy a ganar en un cálculo optimista me da lo justo para pagar casa, alquiler, comida y poco más. Valgo más que eso y no voy a seguir el juego: no pienso trabajar en un curro de mierda para llegar descojonado a casa y tener que comer macarrones con aceite. Y no poder salir ni hacer nada interesante. Y así durante 27 años.
Qué va.
Prefiero romper la baraja.
¿Y la oposición? Bien, gracias: nos han traicionado. Y no pienso enfrentarme a mi compañero por su capricho. Tal vez no en dinero, pero soy multimillonario en dignidad. Aún queda un rayo de sol, pero yo desconfío de los traidores.