sábado, 25 de octubre de 2008

Disertación sobre la economía de medios


Se me hace un poco complicado escribir sobre esto a toro pasado, pero lo tenía apalabrado... Me explico: hace 15 días fui con el Abuelo (recomiendo a cualquiera su magna obra, la cual inspirará a futuros pensadores de la teoría de género y demás chorradas) a ver a "J" de Los Planetas a La boca del lobo, donde actuaba dentro del ciclo Canciones desnudas de Radio 3...

Las sensaciones fueron de lo más diverso: por un lado me pareció que este tío no respeta a su público (algo imperdonable teniendo en cuenta la fidelidad de sus fans); por otro me dio la sensación de que el personaje en cuestión no es tan inteligente como yo creía -no es tan fiero el lobo como lo pintan-, lo cual me causó cierta desazón (de repente me vi muy viejo o algo así)... pero nada de esto es importante, ni siquiera la excelsa entrevista de Manrique o las notas de reflexión de "J" sobre que está mirando a los ojos al flamenco y no puede apartar la mirada... Todo muy bonito. Muy interesante. Genial.
...pero accesorio.

Lo realmente interesante fue el que bajara a mí, casi como el Espíritu Santo en Pentecontés, una noción artística fundamental no suficientemente valorada: la economía de medios.

¿Qué es? Pues no sé exactamente, supongo que es ser brutalmente honesto, increíblemente parco, terriblemente expresivo y salvajemente certero... todo junto y bien ligado. Que no te digo nada y te lo digo todo.

Por eso, por economía de medios, Los Planetas son lo que son y Señor Chinarro o La habitación roja (por seguir en música del mismo tipo) no lo son ni lo serán nunca.
Extremoduro la tuvo, la perdió y la ha vuelto a encontrar. Camarón siempre la tuvo. Tarantino la tiene. Facto Delafé la tiene (de hecho es lo único que tiene). Siniestro Total la tiene de forma guadianesca. Velázquez la tiene. Sabina no pero sí... la lista de quien sí y quien no sería inacabable y tendría tantos matices...

Más de uno pensará que si sólo es grande la economía de medios estoy.... ¿dogmatizando? el hecho artístico... Que sepa que tiene razón a medias:
-En cuanto a dogma como doctrina irrefutable sí: si no es bajo esa premisa yo no abro la boca para hablar de Dios y los hombres...
-En cuanto a dogma como género cinematográfico no: en general no es salvajemente certero, por lo que su desnudez no es genial sino vergonzante.

Y si todo lo que no es económico no vale... ¿este blog tan barroco es una basura? Pues seguramente. Pero esto no pretende ser arte y ensayo. No es nada más que una paja y una terapia. Onán y Freud unidos dispuestos a conquistar el mundo. Amén.

¿Y de lo del curro?
Parece ser que a día de hoy todo anda menos mal. Seguiremos estudiando (ahora con más esperanza y menos rencor).

P.D.: que nadie se pierda el blog de Moratinos.

jueves, 2 de octubre de 2008

Las expectativas...


¿Qué espero de mí? ¿Qué esperan de mí?

No lo tengo nada claro. No sé afrontar ni el haz ni el envés de la tesitura. Intento responder a estas preguntas mirando a mi interior, a los "conocimientos" que he atesorado durante años...
Oh, sorpresa... parece que miro al abismo...
Esto es el Finis terrae. Y da vértigo. Y rabia. Y vergüenza torera.
Realmente, ya poco me importa lo que esperan de mí. Ni amigos. Ni familia. Ni nadie. Toda la puta vida pretendiendo ser Superman: estudiante aplicado de día, hamburguesero de noche -versión de la película: pobre con pretensiones 1.0-... si hubiera empleado algún esfuerzo en ser Bustamante...
Los presocráticos, los socráticos, los herméticos, Dionisio Aeropagita, Santo Tomás de Aquino... unos imbéciles. Caterva de indocumentados. Es muy fácil hacer filosofía sin ETT'S. Es muy fácil decir que "el hombre es inteligente por que tiene manos" o que "el hombre es la medida de todas las cosas" sin haber conocido Factor X o Gran Hermano. Eso ahora no vale para nada, solamente para atormentar a unos pocos que hemos llenado -o nos han llenado- nuestra cabeza con basura. A Miki Puig no le gusta nuestro estilo y eso es lo que importa. No tienes su voto.

¿A quién le preocupa Tales de Mileto, Anaxágoras, Catilina, Jenofonte?

¿Le preocupa a alguien que Alejandro Magno fuera educado por Aristóteles? Pues sí, su padre, un rey bárbaro y pendenciero para los cánones griegos, es el alter ego de todos estos padres de posguerra que por darnos lo que ellos no tuvieron nos han jodido la vida: no, no quiero saber que hay una luz que nunca se apaga... quiero asirla, meterla en mi cama los días moscosos y con lo que sobre comprarme la Play Station. Estoy harto de estar condenado a pensar a lo grande, en dioses, héroes, batalllas, conflictos territoriales, limpiezas étnicas y su puta madre para luego estar condenado a vivir a lo pequeño. Harto de ser el Tántalo de Lavapiés.

Prometeo cumplía condena divina por llevar la luz -el fuego- a los hombres: encadenado en un peñasco, su hígado era cada noche devorado por un águila y por el día brotaba de nuevo, pudiendo así repetirse el ciclo ad infinitum. Curiosa paradoja: él sufrió por traernos una luz que ahora nos abrasa y mata en vida.

Por favor, ¡que alguien me vacíe la cabeza de sueños e ilusiones!. De pensamientos y reflexiones que no sirven para ganar dinero.
He perdido demasiados años estudiando para ser infeliz el resto de mi vida, tengo derecho a que el Estado me haga una lobotomía por la Seguridad Social.
No quiero ser como tú. Quiero ser como ellos, como los de La casa de tu vida.