Parece que fue ayer... / Parece que fue hace un siglo...
Fue hace un año.
Ése es el tiempo que lleva este blog funcionando.
Al principio surgió casi como terapia: inestimable consejo del Abuelo y de Maxi. Según ellos un blog era muy de soltero... y como yo me enfrentaba a esa nueva situación vital sin apenas asideros y empeñado en verlo todo negro mientras me imbuía en un cenagoso camino toxicológico necesitaba algo en lo que descargar mis mierdas y depositar mis ilusiones y esperanzas...
Y me ayudó. Vaya que si lo hizo.
Mi situación emocional, laboral, vital... han cambiado. Y para mejor. Esto no ha sido gracias al blog, claro... pero aquí ha estado siempre cuando necesité contar algo...
Y he descubierto que me gusta contar algo... e intentar hacerlo lo mejor posible.
También es cierto que mi musa es fangosa y normalmente si mi alma está limpia soy bastante incapaz de contar nada... de ahí los cambios de color del blog según mis estados de ánimo (aahhh, los estados de ánimo)... Y de ahí que me resulte más fácil escribir cosas malas: no todo ha sido malo en un año ni muchísimo menos... pero lo bueno no me resulta tan literario. Punto. Y raya.
Fue hace un año.
Ése es el tiempo que lleva este blog funcionando.
Al principio surgió casi como terapia: inestimable consejo del Abuelo y de Maxi. Según ellos un blog era muy de soltero... y como yo me enfrentaba a esa nueva situación vital sin apenas asideros y empeñado en verlo todo negro mientras me imbuía en un cenagoso camino toxicológico necesitaba algo en lo que descargar mis mierdas y depositar mis ilusiones y esperanzas...
Y me ayudó. Vaya que si lo hizo.
Mi situación emocional, laboral, vital... han cambiado. Y para mejor. Esto no ha sido gracias al blog, claro... pero aquí ha estado siempre cuando necesité contar algo...
Y he descubierto que me gusta contar algo... e intentar hacerlo lo mejor posible.
También es cierto que mi musa es fangosa y normalmente si mi alma está limpia soy bastante incapaz de contar nada... de ahí los cambios de color del blog según mis estados de ánimo (aahhh, los estados de ánimo)... Y de ahí que me resulte más fácil escribir cosas malas: no todo ha sido malo en un año ni muchísimo menos... pero lo bueno no me resulta tan literario. Punto. Y raya.