sábado, 21 de junio de 2008

Hace un año...


Parece que fue ayer... / Parece que fue hace un siglo...
Fue hace un año.
Ése es el tiempo que lleva este blog funcionando.
Al principio surgió casi como terapia: inestimable consejo del Abuelo y de Maxi. Según ellos un blog era muy de soltero... y como yo me enfrentaba a esa nueva situación vital sin apenas asideros y empeñado en verlo todo negro mientras me imbuía en un cenagoso camino toxicológico necesitaba algo en lo que descargar mis mierdas y depositar mis ilusiones y esperanzas...
Y me ayudó. Vaya que si lo hizo.

Mi situación emocional, laboral, vital... han cambiado. Y para mejor. Esto no ha sido gracias al blog, claro... pero aquí ha estado siempre cuando necesité contar algo...
Y he descubierto que me gusta contar algo... e intentar hacerlo lo mejor posible.

También es cierto que mi musa es fangosa y normalmente si mi alma está limpia soy bastante incapaz de contar nada... de ahí los cambios de color del blog según mis estados de ánimo (aahhh, los estados de ánimo)... Y de ahí que me resulte más fácil escribir cosas malas: no todo ha sido malo en un año ni muchísimo menos... pero lo bueno no me resulta tan literario. Punto. Y raya.

miércoles, 11 de junio de 2008

Esta es vuestra policía, amigos socialistas (qué valientes son con sus porras)


Policía cargando.
Golpeando.
Maltratando.
¿A quién? A los de siempre: los pobres.
Pescadores, ganaderos, camioneros... sois pobres y ruidosos y os vamos a joder.
Que no falte el pescado en el mercado al que van a comprar los funcionarios bien (los únicos que ya van a poder comprar).

QUÉ ASCO DE PAÍS.
SOCIALISTAS DE SEGUNDA GENERACIÓN: SOIS "MIEMBRAS" DE UNA ESTIRPE DE MIERDA QUE SÓLO DEFIENDE LOS INTERESES DEL FUNCIONARIADO Y EL ARTISTEO.

UNICAMENTE HABÉIS VISTO OBREROS Y CURRANTES EN FOTOS.

PD: señora Sáenz-Díez, usted no tiene ni puta idea de lo que significa ser camionero, que vive en un piso cojonudo en la mejor zona de Madrid. Esos "empresarios" que hacen una "huelga patronal" pagan más impuestos que nadie y no pueden pagar los caprichos que cualquier bedel estatal medio analfabeto paga a sus hijos. Qué pena de periodismo, por Dios.