viernes, 14 de septiembre de 2007

¿A que tienes miedo?


Esta preguntita aparentemente simple me la hicieron anoche mirándome a los ojos... y desde entonces ha rondado por mi cabeza...
Hace menos de un año creía que sólo tenía miedo a los perros grandes con pinta de asesinos, a los dentistas, los hospitales y a las atracciones de feria que te ponen cabezabajo. Amén de que me tomaran por imbécil.
Después de mucho meditarlo, he llegado a la conclusión de que me la suda que me tomen por idiota (creo que incluso lo fomento). Básicamente porque quien lo suele hacer normalmente es más idiota que yo, no sabe nada de mi vida y a mi la suya no me importa una mierda.
Con los dentistas es más complicado... creo que he superado el pánico a las intervenciones sencillas, pero supongo que el día que me tengan que sacar una pieza montaré un número de los míos en la consulta (quien no me ha visto en uno de mis ataques megadramáticos seguramente no es capaz de imaginarse la escena... pero suelen ser unas actuaciones entre desesperantes y graciosísimas para el que las ve desde fuera).
Lo de los hospitales, los perros del Averno y los Dragon Khan y demás parientes por ahora lo doy por imposible.
No obstante, dando vueltas al tema, veo que tengo unos miedos que antes creo que no me planteaba... tal vez se deba al proceso de maduración que he sufrido en algunos aspectos en los últimos meses (ojo, digo en algunos aspectos). Así, creo que me veo capacitado para afirmar que tengo unos nuevos fantasmas:
-Ver sólo el programa de Iker Jiménez.
-No estar a la altura de las circunstancias en lo que me planteo o propongo.
-Fallar a los míos.
-Quedarme atascado en el tema de la venta del piso (¡Quiero venderlo ya!).
Y, ante todo, tengo miedo a volver a ilusionarme por algo/alguien y que se me vengan abajo los palos del sombrajo (llamemos a esa vana ilusión pisito, trabajito, una chica... da igual).
Pero... todo tiene solución: la misma persona que me planteo esto me dijo que en la vida hay que arriesgarse... Y que razón tiene. Sin riesgos el barco sigue siempre en el mismo puerto. No navega. Vivir es navegar. Sin riesgos no hay vida que merezca la pena ser vivida.

Y mañana me voy de vacaciones a lo Pocholo con uno de los compañeros ideales: Piru. El día 26 volveré a las andadas. Ya será otoño. Habrá que hacer balance del verano... pero todo a su debido tiempo. Ahora toca de nuevo navegar.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

como dice tu amiga ay q arriesgarse


para poder vivir ay q arriesgarse a morir



como me gusta esta frase

Anónimo dijo...

Te da miedo el programa de Iker Jimenez???

Máximo dijo...

El principito me acojona que no veas... Y no es broma.