
Debía esta entrada al blog desde que empecé con el... y es que este es mi deporte favorito (bueno, mi nivel de enganche llega al frikismo, pero que lo vamos a hacer).
Recuerdo mi infancia segoviana viendo el Tour, la Vuelta, escuchando el Giro por la radio y viendo cualquier otra prueba del calendario que la segunda cadena pusiera -por aquel entonces aún no era "La 2"- (y es que me trago hasta el Gran Premio de Llodio y la Vuelta al Alentejo si las retransmiten). Esos eran los años de Perico, que es lo más grande que ha dado Segovia deportivamente (y no es moco de pavo si tenemos en cuenta sus menos de 150.000 habitantes: todavía esperamos un ganador de Tour de Madrid o Barcelona). Pues eso, que mi tierra estaba como loca: los bares llenos viendo el ciclismo y esperando la genial arrancada del castellano en una rampa del copón... o sus cagadas en la contrarreloj. Más tarde supe que era toda España la que vibraba con el campeón segoviano (no entiendo por que Miguelón es el "campeón navarro" y Perico no es nada en la mitología terminológica del periodismo deportivo). Así, desde muy pequeño, aprendí a respetar a los ciclistas y a amar y conocer este deporte que también practico (con más pena que gloria).
El aficionado de verdad al ciclismo (y en España sólo hay aficionados de VERDAD en Castilla, Asturias, Cantabría, Navarra y Euskadi) es un ser raro: no le preocupa si su corredor gana o no, lo que quiere es que se deje hasta el último aliento en la etapa -y generalmente los ciclistas lo hacen: todavía no he visto un futbolista que juegue un partido de fútbol con un hueso roto o con ocho puntos en cada rodilla-. Y es que los aficionados a otros deportes no entienden que entrar segundo en el Angliru, la Covatilla, Lagos, Alpe d'Huez, Larrau, Tres Cimas di Lavaredo, Zoncolán...es más difícil que ganar la Champions...y mucho menos reconocido.
Personalmente me decanto por los escaladores puros: Perico, Chiapuchi, Pantani, Heras, Rasmussen, Contador, Quesada, Parra, Cubino, el Chava, Simoni, Piepoli, Antón, Pérez... y tantos otros. Hombres enjutos, entecos, que parece que se van a romper de puro frágiles... pero con una capacidad de sufrimiento y de resistencia al límite de lo divino. Son también en general tipos de mucha casta, un pelín raritos en su modo de actuar, con una determinación increíble...y con unos cojones como el caballo de Espartero: yo tiro para arriba hasta que reviente o revientes tú...si te atreves me sigues, si no hay te quedas.
También son de valorar los ciclista que podríamos llamar de casta: Vino, Pereiro, Virenque, Escartín, Cobo, Flecha...y demás. Sin su orgullo esto tampoco sería lo mismo.
Y claro, como me enganché con Perico, pues todo lo que ha venido después no me ha gustado, exceptuando Chiapuchi, Heras, el Chava, Pantani y poco más. Han sido los años del tedio proporcionado por Miguelón (enorme ciclista sin duda...y generoso, algo que gusta al aficionado) y por el puto Armstrong. Y es que este deporte sin sus pájaras y sus fallos no es nada y como tanto el navarro como mediohuevo eran extraterrestres pues era un coñazo ver como ganaban. Nunca fallaban: todo era previsible.
Parece que vuelven los buenos tiempos, los viejos tiempos: hacía tiempo que se esperaba un duelo entre escaladores puros por ganar el Tour...y encima uno de ellos un español de 24 añitos operado de un cavernoma en la cabeza que casi se lo lleva por delante.
Ánimo Contador. Ya eres un grande.
Nos vas a dar grandes tardes.
Recuerdo mi infancia segoviana viendo el Tour, la Vuelta, escuchando el Giro por la radio y viendo cualquier otra prueba del calendario que la segunda cadena pusiera -por aquel entonces aún no era "La 2"- (y es que me trago hasta el Gran Premio de Llodio y la Vuelta al Alentejo si las retransmiten). Esos eran los años de Perico, que es lo más grande que ha dado Segovia deportivamente (y no es moco de pavo si tenemos en cuenta sus menos de 150.000 habitantes: todavía esperamos un ganador de Tour de Madrid o Barcelona). Pues eso, que mi tierra estaba como loca: los bares llenos viendo el ciclismo y esperando la genial arrancada del castellano en una rampa del copón... o sus cagadas en la contrarreloj. Más tarde supe que era toda España la que vibraba con el campeón segoviano (no entiendo por que Miguelón es el "campeón navarro" y Perico no es nada en la mitología terminológica del periodismo deportivo). Así, desde muy pequeño, aprendí a respetar a los ciclistas y a amar y conocer este deporte que también practico (con más pena que gloria).
El aficionado de verdad al ciclismo (y en España sólo hay aficionados de VERDAD en Castilla, Asturias, Cantabría, Navarra y Euskadi) es un ser raro: no le preocupa si su corredor gana o no, lo que quiere es que se deje hasta el último aliento en la etapa -y generalmente los ciclistas lo hacen: todavía no he visto un futbolista que juegue un partido de fútbol con un hueso roto o con ocho puntos en cada rodilla-. Y es que los aficionados a otros deportes no entienden que entrar segundo en el Angliru, la Covatilla, Lagos, Alpe d'Huez, Larrau, Tres Cimas di Lavaredo, Zoncolán...es más difícil que ganar la Champions...y mucho menos reconocido.
Personalmente me decanto por los escaladores puros: Perico, Chiapuchi, Pantani, Heras, Rasmussen, Contador, Quesada, Parra, Cubino, el Chava, Simoni, Piepoli, Antón, Pérez... y tantos otros. Hombres enjutos, entecos, que parece que se van a romper de puro frágiles... pero con una capacidad de sufrimiento y de resistencia al límite de lo divino. Son también en general tipos de mucha casta, un pelín raritos en su modo de actuar, con una determinación increíble...y con unos cojones como el caballo de Espartero: yo tiro para arriba hasta que reviente o revientes tú...si te atreves me sigues, si no hay te quedas.
También son de valorar los ciclista que podríamos llamar de casta: Vino, Pereiro, Virenque, Escartín, Cobo, Flecha...y demás. Sin su orgullo esto tampoco sería lo mismo.
Y claro, como me enganché con Perico, pues todo lo que ha venido después no me ha gustado, exceptuando Chiapuchi, Heras, el Chava, Pantani y poco más. Han sido los años del tedio proporcionado por Miguelón (enorme ciclista sin duda...y generoso, algo que gusta al aficionado) y por el puto Armstrong. Y es que este deporte sin sus pájaras y sus fallos no es nada y como tanto el navarro como mediohuevo eran extraterrestres pues era un coñazo ver como ganaban. Nunca fallaban: todo era previsible.
Parece que vuelven los buenos tiempos, los viejos tiempos: hacía tiempo que se esperaba un duelo entre escaladores puros por ganar el Tour...y encima uno de ellos un español de 24 añitos operado de un cavernoma en la cabeza que casi se lo lleva por delante.
Ánimo Contador. Ya eres un grande.
Nos vas a dar grandes tardes.
9 comentarios:
Buenas tardes, señor bloguero. Soy un señor de Lugo, y me asalta una duda. Al ser yo de la comunidad autónoma gallega y gustarme el ciclismo con locura, ¿puedo ser un aficionado al ciclimso, DE VERDAD, como usted dice? Agradecería su pronta respuesta, pues tengo varios amigos andaluces, extremeños, y hasta un señor de Cuenca, que ahora no sé si son o no aficionados. También tengo un amigo kazajo, pero ese creo que no es aficionado.
Atentamente,
Un señor de Lugo
Si ya se que no te gusta mucho el ciclismo flaca...y por lo que veo te trae recuerdos de largas tardes de calor y tedio (me imagino que espantando las innumerables moscas que acompañan el verano en Hontalbilla). Por lo menos reconoces su dureza, que no es poco.
El abuelo de Lugo! Vaya tela, tendrá morro...ahora se siente ofendido, cuando lleva enterrando el ciclismo años
No me sea usted ofensivo ni se ponga a la defensiva. Exijo su inmediata rectificación. Otro apunte: el madrileño- de Pinto- Alberto Contador.. puede ser un aficionado DE VERDAD?
Atentamente,
Un señor de Lugo
Estimado señor de Lugo:
Es cierto, tiene usted toda la razón, no pretendía ofender su afición por este deporte. Realmente donde hay aficción de VERDAD al ciclismo es en Badajoz, Sevilla, Ceuta, Melilla, Canarias, Lugo, Calamocha (Teruel) y Ciudad Real. Los demás no tienen ni puta idea.
¿Así mejor?
Sí, así mejor, muchas gracias por su rectificación.
Atentamemte,
Un señor de Lugo
que fuerte, has editado mi crítica!!! a este paso vas a secuestrar los comentarios, como el juez del olmo!! entonces, era AFICIÓN O AFICCIÓN???
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